La verdad es que ahora que el verano ha llegado parece que apetece menos estudiar, trabajar, quedarse en casa, etc.
Los chavales prefieren ir al río, a la piscina, pasearse con las bicis… Y lo de encerrarse en un edificio de cuatro paredes casi ni se nos pasa por la cabeza a nosotros o a ellos. Eso sí, para algunos la idea de ir a un lugar típicamente veraniego se nos antoja más ameno con un buen compañero. Una alternativa en estos lugares de ocio, en los ríos, piscinas, y espacios tranquilos (terracitas de bares) es llevarse un buen libro. Por eso desde aquí pensamos que las bibliotecas también son para el verano, aunque sólo sea para ir y sacar una obra literaria o científica.
Por otro lado están también las iniciativas que pueden hacer que estos espacios no se vacíen o que no sean meros edificios usados por los más jóvenes como lugar par chatear o mandar mensajes a través de Internet.
Desde la biblioteca de Boltaña parten iniciativas interesantes. Convertir las tardes en divertidas y amenas es el lema elegido. A través del juego, las manualidades, cuentacuentos, talleres y disfraces intentarán animar las tardes de julio y agosto de 19 a 21 horas.
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